En enero de 2020, ilusionados y apostando por el crecimiento de la compañía, nos aventuramos en la apertura de una nueva delegación en Ibiza, para tan solo dos meses después darle la bienvenida a una pandemia mundial, un confinamiento y mucha incertidumbre.

Luisa Ajo nos cuenta como han vivido el arranque de esta delegación que prácticamente no ha conocido otros tiempos que no hayan sido los del covid19.

Para empezar, Luisa nos cuenta brevemente cómo cambió el día a día de la actividad con la llegada de la pandemia y cómo se adaptaron rápidamente a las medidas santiarias.

La delegación de Ibiza se abrió en enero de 2020, durante los meses de enero y febrero empezamos a movernos y en marzo llegó el virus. Por tanto, hemos tenido que convivir con la pandemia casi desde el primer momento.

Rápidamente, nos tuvimos que adaptar a usar mascarillas y guantes durante todo el día y a mantener la distancia de seguridad. Además, desinfectábamos las mesas de la oficina al entrar y al salir, en el almacén se desinfectaba la maquinaria y cada conductor, su vehículo.
Con estas medidas nos sentíamos más seguros y, la verdad, han sido acertadas ya que nos han permitido poder seguir viniendo a trabajar.

Creo que todos nos sentimos afortunados de poder seguir trabajando durante el confinamiento más estricto (aunque fuese con horario reducido) porque nos ayudaba a distraernos y no pensar tanto en todas las noticias negativas que nos llegaban.

Aunque al principio teníamos mucho miedo por la incertidumbre, creo que con el paso del tiempo, nos hemos ido amoldando a este “estilo” de vida y nos hemos acabado acostumbrando a vivir en esta situación extraña.

Comentamos cómo afectó el confinamiento en la mercancía transportada.

Cuando empezó el confinamiento, aunque había pasado muy poco tiempo desde la apertura de la delegación, se notó muchísimo el bajón de mercancía ya que movíamos mucho retail y, al cerrar los comercios, prácticamente no recibíamos nada de esta tipología de mercancía. También se notó mucho el cierre de la hostelería en el volumen que movíamos.

Sin embargo, en otros sectores como la construcción, del que también movemos mucha mercancía, no vimos que afectará tanto como en el resto de sectores.

En cuanto a los retos que ha traído la pandemia en el lugar de trabajo, Luisa nos cuenta.

Personalmente, uno de los retos con los que me he encontrado ha sido el trabajar con mascarilla. Quizá en otros trabajos no afecta tanto pero cuando tienes que estar hablando por teléfono durante mucho tiempo, se hace bastante pesado.

Por otro lado, el no poder relacionarnos entre compañeros como nos gustaría, anímicamente creo que afecta a cualquiera. Además, culturalmente somos personas que nos solemos acercar mucho y tener un contacto estrecho, y es difícil cambiar las costumbres de un día para otro.

Comentamos la importancia del sector en momentos de crisis.

Durante la pandemia, se le dio mucha visibilidad al sector médico y a la gran labor que hacían los sanitarios (totalmente merecida) pero no se le dio mucha importancia a lo que hicimos los transportistas, que estuvimos ahí para todos sin parar ni un día. ¿Quién te lleva la comida, las mascarillas, los respiradores que salvan vidas…?

Al preguntarle sobre lo más destacado que ha podido vivir durante estos meses en el trabajo

Durante el último año, hemos tenido la oportunidad de mover muchos pallets de mascarillas. En esos momentos, ves la gravedad de la situación. En una isla si te quedas sin mascarillas es muy difícil disponer rápidamente de más unidades y nosotros formábamos parte de esa “ayuda” por lo que, cuando llegaban cajas de material sanitario, tenían máxima prioridad.

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